"enlucielabisma, descentratelura y venusafrodea" es un fragmento del poema Mi lumía de Oliverio Girondo, el cual es uno de mis poemas favoritos. La entrada anterior de este blog hace un homenaje a mi papá justo en la misma línea en la que hace el poema de Girondo. El juego de palabras, en su acomodo y mutación permite la generación de ideas nuevas, proyecciones mentales inexistentes alrededor de fragmentos existentes y conocidos.
Siguiendo esa línea de análisis se puede interpretar que "enlucielabisma" describe una posición "en", "lu" (o "luz"), "ciel" (o cielo), "abisma" (o abismo, o abismar como verbo).
Girondo utiliza este tipo de construcciones para expresar en entramado de emociones, posiciones y pensamientos que le hace vivir la experiencia frente a su objeto. Probablemente su objeto de deseo, su "lu"; en sus palabras "mi lu".
Esta capacidad de insertar significados varios en una sola palabra es una función fundamental del pensamiento humano, de la experiencia humana. Nuestro sistema mental, nuestro mindware, nos permite "semanticar" cualquier cosa, objeto, sensación, percepción.
Luego entonces... ¿qué significados ayudamos a construir en nuestra vida?, ¿cómo las acciones que llevamos a cabo en nuestras labores promueven la "semanticación" de experiencias con los otros?, y más importante aún ¿cómo ponemos condiciones de manera consciente o inconsciente que promueven la "semanticación" en nuestros hijos e hijas?
La atención a las condiciones de desarrollo de nuestros niños debe permanecer en el centro del menester de la humanidad. De tal manera que puedan semanticar hacia la alegría, el gozo por vivir, por construir, por admirar la creación y para crear ellos con todas sus fuerzas celulares. http://developingchild.harvard.edu/science/deep-dives/mental-health/
Sin más por el momento, les dejo el poema completo de Girondo.
Mi Lu
mi lubidulia
mi golocidalove
mi lu tan luz tan tu que me enlucielabisma
y descentratelura
y venusafrodea
me nirvana el suyo la crucis los desalmes
con sus melimeleos
sus eropsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y
gormullos
mi lu
mi luar
mi mito
demonoave dea rosa
mi pez hada
mi luvisita nimia
mi lubísnea
mi lu más lar
más lampo
mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio
mi lubella lusola
mi total lu plevida
mi toda lu
lumía.
anoteichons
lunes, 2 de mayo de 2016
jueves, 8 de octubre de 2015
Manifesto, manifiesto, fiesto man
Mi papá jugaba y juega todavía conmigo, y con todo el que se deja, a construir, deconstruir y reconstruir palabras o frases. Es decir, le gusta construir palabras combinando varias palabras para formar una nueva como la expresión "meome". La cual era un misterio a mis 6 años cuando la escuché por primera vez y la que resultó ser la combinación de "me" y "meo" y reordenadas para producir una fonética lejana del común y prosaico "me meo", el cual acechaba a las tres de la tarde después de una hora en el tráfico y una vejiga repleta. Decía en aquel tiempo que estaba hablando en griego! Se aprovechaba juguetonamente de nuestra ignorancia... Deconstruía palabras al más puro ejemplo del doctor Greco Morfema, personaje creado e interpretado por Andrés Bustamante en el Güiri güiri. Decía, por ejemplo, que la cataplexia era "el entramado de nervios de cata", de donde la "plexia" hacia referencia al entramado de nervios y "la cata" siendo mi mamá o mi abuela, el cuál era un chiste un tanto violento pero muy dentro de sí intentaba calmar los nervios al enfrentar esas situaciones difíciles de la vida... Otra broma pesada a la que recurre con frecuencia era la expresión de la frase "oh my dog", intentando reconstruir el significante de la palabra "god" en un ser mundano, terrestre, emocional, divino, encantador: "dog". Le parecía interesante mostrar que hasta las criaturas cuadrúpedas jadeantes y de cola de látigo podían ser la representación más pura de dios.
Y así como el jugaba con el lenguaje, como si doblara los significados de las palabras, los moldeaba, como una especie de poeta, máquina de turing, filósofo, lingüista o juglar, me parece importante regresar a sus juegos para aplicar ese tratamiento de palabras a temas rigurosos, seeeeerios, de esos que te hacen tener el ceño fruncido, temerosos, de esos en donde lo correctamente político, lo obvio y el deber ser parecen ser mezclados como en papilla de bebé. Nutrientes necesarios, insipidos a veces o hipersaborizados; y dadas las grandes culpas culturales que atemorizan a los padres en el adecuado cuidado de sus hijos, sujetas a grandes consideraciones, reflexiones y análisis. Así el educador, el interesado común y corriente en educación, el padre promedio y demás seres divinos, debe considerar algunos alimentos o nutrientes mentales entorno al quehacer educativo. Hoy leí un manifesto, el cual me hizo pensar en todas esas palabras con las que mi papá jugaba, y me hizo pensar en qué ejercicio tan importante tenía que aplicarse a el texto que pongo más abajo.
Creo que me quedan un par de inquietudes en torno al texto, ¿qué es lo más importante en la educación?, ¿qué ideas del pasado se han dejado atrás y cuáles se retoman una y otra vez reconstruidas, deconstruidas y construidas a partir de fragmentos de información?, ¿qué tanta síntesis puede tener un documento que habla de la labor de educar y de desarrollar?, ¿qué partes de ésta no fueron consideradas en el manifesto?
Espero lo disfruten con el sabor de Greco Morfema, o de otro de mis ídolos, mi papá, y con ello calmen un poco de la angustia que pareciera ahogarnos en estos temas sensibles. En un post futuro hablaré de mi propia angustia de ser un buen padre, un buen esposo, un buen educador en mi microsistema, la mejor pieza que puedo ser para ser feliz junto con los que amo, y en las que muchas veces el miedo ha sido más grande que las angustias de saber qué significa educar en el contexto de la escuela, del sistema educativo, y de cualquier pieza en esta.
http://www.manifesto15.org/es/
sábado, 13 de julio de 2013
Destraspapelizador karmático
¿Les ha pasado que se portan bien y todo sale mal?, ¿les ha pasado que la llevan chido con la vida y a veces nos responde con cada puntada? Digo, nadie es un santo, pero tampoco que no me ch...
Entonces se pregunta uno, ¿entonces de que va el karma?, ¿quién lo maneja y porque lo hace tan mal? Honestamente hay cada injusticia que hace ver al karma como un invento chafa :)
Pero no escupamos al cielo e insultemos al karma, uno ya no sabe que más puede pasar... Lo mejor será suponer que se les "traspapelan" nuestras buenas acciones, como con Hacienda, igualito.
Entonces entre mi estimado Carlos (coautor de este blog) y yo, vamos a crear por fin el aparato que nos ayudará a todos los injustamente juzgados, se trata de nada más y nada menos que del Destraspapelizador Karmático, gran idea ¿no?
Ya buscamos en google y no hay nada parecido, así que seguro es justo lo que hace falta.
Estamos armando unos bocetos, no sabemos como será, ¿acaso una caja?, ¿una pistola?, seguro será un formulario en la web, espérenlo y verán como acabamos con estos issues "tecnológicos" del ¿señor? karma que tantos sinsabores nos ha estado haciendo pasar, ¡¡enhorabuena!!
Entonces se pregunta uno, ¿entonces de que va el karma?, ¿quién lo maneja y porque lo hace tan mal? Honestamente hay cada injusticia que hace ver al karma como un invento chafa :)
Pero no escupamos al cielo e insultemos al karma, uno ya no sabe que más puede pasar... Lo mejor será suponer que se les "traspapelan" nuestras buenas acciones, como con Hacienda, igualito.
Entonces entre mi estimado Carlos (coautor de este blog) y yo, vamos a crear por fin el aparato que nos ayudará a todos los injustamente juzgados, se trata de nada más y nada menos que del Destraspapelizador Karmático, gran idea ¿no?
Ya buscamos en google y no hay nada parecido, así que seguro es justo lo que hace falta.
Estamos armando unos bocetos, no sabemos como será, ¿acaso una caja?, ¿una pistola?, seguro será un formulario en la web, espérenlo y verán como acabamos con estos issues "tecnológicos" del ¿señor? karma que tantos sinsabores nos ha estado haciendo pasar, ¡¡enhorabuena!!
viernes, 7 de octubre de 2011
Breviario de Podredumbre - Fragmento
Es difícil sentir todo lo que Cioran nos quiere decir con este texto, -pero al menos-, representa gran parte de lo que es su obra: la dicotomía de la vida, lo feliz y lo triste, lo trascendente y lo que no...
Me seducen las distancias lejanas, el inmenso vacío que proyecto sobre el mundo. Crece en mí una sensación de vaciedad; se infiltra en mi cuerpo como un fluido ligero e impalpable. En su avance, como una dilación hasta el infinito, siento la presencia misteriosa de los sentimientos más contradictorios que ha acogido jamás el alma humana. Soy feliz e infeliz a la vez. Estoy exaltado y deprimido, desbordado por el placer y la desesperación en la más contradictoria de las armonías. Estoy tan alegre y tan triste que en mis lágrimas se reflejan el cielo y la tierra al mismo tiempo. Aunque sea solamente por la alegría de mi tristeza, querría que no hubiera más muerte en esta Tierra.
Emile Mijailovich Cioran
Me seducen las distancias lejanas, el inmenso vacío que proyecto sobre el mundo. Crece en mí una sensación de vaciedad; se infiltra en mi cuerpo como un fluido ligero e impalpable. En su avance, como una dilación hasta el infinito, siento la presencia misteriosa de los sentimientos más contradictorios que ha acogido jamás el alma humana. Soy feliz e infeliz a la vez. Estoy exaltado y deprimido, desbordado por el placer y la desesperación en la más contradictoria de las armonías. Estoy tan alegre y tan triste que en mis lágrimas se reflejan el cielo y la tierra al mismo tiempo. Aunque sea solamente por la alegría de mi tristeza, querría que no hubiera más muerte en esta Tierra.
Emile Mijailovich Cioran
martes, 30 de agosto de 2011
Los amos del mundo
Pego un texto de Arturo Pérez-Reverte, un genial texto describiendo "lo menos" que son los menesteres de las finanzas modernas, finanzas de casa de bolsa, finanzas de especulación y humo.
Los Amos del Mundo – una verdad anunciada
(Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en ‘El Semanal’ el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una profecía).
Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management , y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro.
Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.
Los Amos del Mundo – una verdad anunciada
(Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en ‘El Semanal’ el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una profecía).
Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management , y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro.
Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.
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sábado, 2 de julio de 2011
Fluke, vibraciones en super cámara lenta...
Todas estas imágenes me recuerdan inevitablemente a la Física Espacial y la Mecánica Cuántica... ¿qué caprichos físicos/existenciales se encuentran detrás de toda esta maraña de micromundos?
viernes, 18 de marzo de 2011
Desapareciendo cucharas
¿Qué curiosidad da el mercurio, no?, verlo correr como agua, pero brilloso y metálico, como de película de ciencia ficción, ahí suelto después de quebrarse el termómetro o en algún video.
Pues resulta que viene siendo más curioso el Galio, tiene la particularidad de "fundirse" o "derretirse" a los 30° centígrados, lo cual provoca algunos juegos extraños, como el de hacer una cuchara (de Galio) y meterla en agua caliente y ver de un momento a otro que se derrite, sin más ni más, así, como lo más normal del mundo.
Bueno pues ya hay hasta una tienda donde nos venden todo para hacer tal truco, les dejo la liga y un vidio, =):
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